Cancelar una tarjeta de crédito es muy sencillo y el proceso puede implicar unos pocos pasos. Si estás decidido a dar de baja uno de tus plásticos, sigue leyendo, aquí te explicamos todo el proceso.

Puede ser para liberarte de las obligaciones de una tarjeta de crédito, porque tienes muchos plásticos y quieres sacar un crédito, no te ha servido o simplemente porque no la usas. Las causas por las que deseas cancelar una tarjeta de crédito pueden ser variadas pero el procedimiento siempre es el mismo. Además, no tiene costos y se realiza en uno minutos.

¿Porqué es importante conocer la forma en que se realiza tu solicitud de baja? Una tarjeta de crédito puede generar gastos aunque no la utilices. Estos gastos están relacionados al mantenimiento, comisiones e intereses. Es por esto que, debes saber qué hacer en el caso de hayas perdido, te hayan robado o no encuentres tu plástico.

En primer lugar, es necesario asegurarse de que la cuenta puede cerrarse sin problemas.

En los contratos figuran múltiples cláusulas, una de ellas puede ser la de cumplir con ciertos requisitos antes de dar de baja una cuenta. Por ejemplo, en ocasiones las entidades financieras ofrecen algún beneficio financiero y, como contrapartida, se debe respetar un periodo de permanencia que, en caso de ser incumplido, puede incurrir en penalizaciones.

Por esto, es recomendable ponerse en contacto con la oficina donde se contrató el producto o consultar el contrato firmado para saber si es viable cancelar la tarjeta de crédito. Esta es una forma de asegurarse cuáles son los pasos a seguir.

Para realizar la operación y cancelar tu plástico, el saldo no puede ser negativo. Por este motivo, te recomendamos conocer el estado de tu cuenta y, si hiciera falta, pagar todos los gastos que tengas pendientes. Así evitarás cualquier tipo de interés que se genere.

De esta manera, la operación termina cuando se entrega la tarjeta cancelada en la sucursal (salvo que se de por perdida). En conclusión, siempre y cuando no existan deudas pendientes, el contrato se dará por finalizado al día siguiente de haber realizado el trámite.

Si lo que quieres es deshacerte de la tarjeta de crédito, no basta con cortarla con una tijera. Una vez que estés completamente decidido a eliminarla de tu billetera, es necesario que se lo comuniques a la entidad donde la solicitaste.

Esta notificación puedes realizarla por teléfono, por escrito o por cualquier otro medio que figure en el contrato.

También, puedes comunicar tu intención de cancelar tu plástico de forma personal o hacerlo a través de una carta certificada. De esta forma, puedes conservar una constancia de recepción y evitar cualquier inconveniente que pueda surgir en el envío de la documentación.

Concluido el paso tres, la entidad emisora de la tarjeta analizará la cuenta para confirmar el saldo negativo de la tarjeta. De ser así, te enviarán un número de trámite que funcionará para identificar tu operación e indicará que el procedimiento ha sido realizado.

Si no recibes esta notificación o no te dan un número de cancelación ¡Reclámalo! Este supone la confirmación legal de que la tarjeta de crédito fue cancelada.

Este último paso es recomendable aunque hayas realizado todos los pasos anteriores. Es otra forma de asegurarte de que haz podido cancelar la tarjeta de crédito y sólo te tomará unos minutos.

De esta forma, te recomendamos esperar al próximo resumen mensual de tu plástico y comprobar que la tarjeta ha sido cancelada.

Existen situaciones de emergencia que pueden obligarnos a realizar esta operación. La perdida o extravío de tu tarjeta, por ejemplo, puede ser una de ellas. Por supuesto, también está el motivo del robo, que también nos exige tomar la decisión de cancelar el plástico.

Pero también existen situaciones que pueden ser determinantes a la hora de deshacernos de una tarjeta de crédito y están basadas en una elección personal y privada. A continuación, te señalamos algunas de estas circunstancias.

Por lo general, no está bien visto por la entidad bancaria poseer muchas tarjetas de crédito a la hora de solicitar un crédito. Esto sucede porque la entidad emisora del crédito lo considera como un potencial factor de endeudamiento. Por este motivo, si estás por pedir un préstamo, quizás te estés preguntando cuantas de las tarjetas son consideradas «muchas» y desees cancelar una de tus tarjetas de crédito.

Uno de los mayores beneficios de tener una tarjeta es la posibilidad de aplazar tus pagos. Pero ¿Qué pasa si los aplazamos eternamente? ¡Una pequeña deuda puede ser parte de nuestro resumen por siempre!

Si haces las cuentas te darás cuenta que pagar el mínimo de tus consumo mensuales puede hacer crecer tu deuda inmensamente por los intereses que genera esta modalidad de pago.

Muchas personas llevan sus cuentas personales de esta manera, viven consumiendo demás y pagando el mínimo de su tarjeta de crédito. Si este es tu comportamiento y decides ponerle punto final, lo mejor es solicitar un crédito personal.

Esta opción te permite obtener dinero para saldar tus deudas con tasas de interés menores a las ofrecidas por las tarjetas. Así podrás cancelar la deuda y, por supuesto, ¡Podrás dar de baja el plástico!

Tener varias tarjetas de crédito nos permite acceder a la compra de bienes muy costosos y también son muy útiles a la hora de posponer algunos plazos de vencimiento en las compras. Sin embargo, el uso desmedido de las tarjetas de crédito también puede traernos muchos problemas.

Poseer varias tarjetas de crédito y consumir mes a mes más de lo que podemos gastar, volverá nuestras finanzas un espiral del que no podremos salir.

Muchas veces, también nos llevará a especular con los vencimientos, lo que termina siendo un final de película de terror: todas nuestras tarjetas se encuentran al límite.

Este comportamiento no es recomendable y, por lo tanto, quizás tomes la decisión de dar de baja alguna de tus tarjetas de crédito.

El comportamiento ideal cuando queremos comprar algo que está fuera de nuestro presupuesto es ahorrar para llegar a comprarlo en el futuro. Pero, muchas veces, no queremos esperar y la tarjeta es ideal si eres un poco ansioso.

Tener la tarjeta de crédito nos ahorra todo ese tiempo de espera. Si este es tu caso, y no te gusta perder ni un minuto una vez que elegiste ese objeto tan preciado, también sabrás que muchas veces actúas por impulso y no por necesidad o gusto.

¿Cuantas veces te ha pasado que compras algo que luego nunca usas? Tener el crédito a mano, favorece en muchos casos estas compras compulsivas. Estas son compras que, si no tuviésemos esta opción tan fácil, no las compraríamos.

Si este en tu comportamiento habitual y en los últimos meses hiciste varias de estas compras de este estilo, ya te habrás dado cuenta que tener muchos plásticos no es para ti. Por lo que, seguro ya tomaste la decisión de cancelar tu tarjeta de crédito y cambiar tus hábitos por otros más sanos e inteligentes.

Las entidades bancarias que emiten las tarjetas de crédito elaboran acuerdos con tiendas, comercios y negocios para ofrecerte promociones y descuentos. Muchas veces, pueden gustarte estas ofertas y puedes acceder a estos beneficios sin causarte un gran cambio en el total de tus consumos.

Sin embargo, si te apuntas en todas las promociones y descuentos y pones tus plásticos al límite, quizás sea hora de dejar ir a algunos de estos.

En conclusión, la tarjeta de crédito es un excelente producto financiero si se utiliza responsablemente, si no, terminará volviéndose el elemento clave para tu morosidad y endeudamiento.